Todo un año de despertares VII; agosto´08

Febrero, marzo, abril, mayo, junio y julio, vaya ya llevábamos seis meses en este cibermundo. Mucho habían dado de sí y habíamos tenido emociones y tiempo para casi todo.

Agosto trajo consigo las vacaciones –bueno para quien las tuviera-, las olimpiadas, el calor y, también hay que decirlo, alguna despedida.

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Empezamos aceptando el beso y la flor que Nino Bravo nos dejó cuando nos acercamos a conocerle algo más.

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Con estos calores, no quisimos evitar disfrutar de uno de los elementos más preciados y peor cuidados: el agua.

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Y tras impregnarnos con esta sensación de libertad, acompañados a ritmo de orquesta, nos unimos a Metálica en nuestra defensa de nuestro derecho a vivir nuestra vida a nuestra manera, pues nada más importa.

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Nos acercamos a las sirenas y ya, bien sequitos, nos quedamos contemplando el fuego.

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Mirando algo más a nuestro alrededor, nos paramos un poco a indagar la problemática de la atención en salud mental en España y volvimos a encontrarnos con una realidad que está bien lejos de la deseable.

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A veces hay momentos a los que uno quisiera sacarles hasta la última gota, exprimirlos, para no perderse nada,. Sobretodo, aquéllos en los que la realidad es totalmente distinta a la que se desearía que fuera y el fin es inevitable.

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Agosto se despidió dejándonos tristes y mirando hacia septiembre con incertidumbre y dolor.

Vea septiembre, octubre, noviembre, diciembre,