Oda a la Soledad (II)

Vea Oda a la Soledad (I)

.......

Ay Soledad que salpicas con luces

a quién es incredulo corazón,

ya roto de tanto darse de bruces

ebrio de fogoso amor y pasión.

.

Hablas de Dios y hacia Él me conduces.

Ahora es yerma mi devoción.

Mira que ni el son de cien laúdes

sonaron más fuertes que mi oración.

.

En sus brazos estaba y a Dios pedía

que de mi lado nunca se marchara

y en llantos le pregunte si me oía.

.

Más el que la realidad no cambiara

en respuesta a mis plegarías, decía

que no impediria que él me dejara.

.

Y como prueba interpreté su gesto

y de mi lado le dejé partir;

más en la noche angustiada me acuesto

y no sé si volveré a sonreír.

.

Para conmigo muy duro se ha puesto,

viendo que sin amor no sé vivir;

pues, con muchos intentos sin acierto,

no hay ya más que renacer tras morir.

.

Ahora lejos de Él me aposento,

aunque aún le ruego que esté a mi lado,

cuando sumida en dolor me arrepiento.

.

Más si nunca me hubiera enamorado

no tendría tan inmenso tormento,

ni el desamor me habría derrumbado.

.

Mira soledad que ahora reniego

de lo que otrora fue tan deseado,

cuando mi alma no encuentra sosiego

y el fuego que había se ha apagado.

.

Mira Soledad que ahora no quiero

ni nombrar con esta voz al Amado;

aunque, a veces en mi interior espero

que El Divino a mi no me haya olvidado.

.

Y cuando vuelvo mi rostro le veo

y con paternal voz a mi me abraza.

-"Continua siempre tras tu deseo."

.

Más de desenterrar he la esperanza,

quizá retornando hacia lo que creo,

desprendiéndome pues de esta coraza

.......

-Merce-.

Vea Oda a la Soledad (III)

. Oda a la Soledad (IV)

Oda a la Soledad (y V)