Copio y pego una interesante noticia que encontré en una de mis revistas favoritas. "Recientemente, el Ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, hacía públicos los últimos datos en materia de donación de órganos, referidos al año 2007. Haciendo balance de la actividad llevada a cabo por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Soria informaba que la cifra total de donantes ascendió a 1.550 en el último año, suponiendo esto la realización de 3.829 trasplantes. Lo que vuelve a poner a España a la cabeza de la lista de donantes de órganos a nivel mundial, tal y como viene sucediendo desde hace ya más de 15 años.
Según los datos publicados por la ONT en su página Web, estos resultados implican que la tasa de donantes por millón de población (pmp) en nuestro país se sitúa en estos momentos en 34,3. Cifra que coloca a España en 8 puntos por encima de la media de EEUU (26,5 pmp) y supone el doble de la tasa media europea (17,8 pmp).
A pesar de los buenos resultados obtenidos, la realidad es que el número de donantes, tanto en España como en el resto del mundo, sigue siendo extremadamente bajo, si tenemos en cuenta el número de pacientes que se encuentran a la espera de un trasplante de algún órgano. Razón por la que el propio MSC sigue trabajando en la elaboración de campañas para aumentar la captación de donantes potenciales, ahora prestando especial atención también a la población inmigrante.
La solicitud de donación de órganos supone una tarea nada fácil para los profesionales sanitarios en general y para el personal de las Unidades de Cuidados Intensivos, en particular, quienes, en muchos casos, tienen que acometer la difícil tarea de solicitarlo a los familiares del ser querido fallecido. Estos primeros momentos tras la muerte de la persona, caracterizados por el fuerte impacto emocional que supone, son clave para conseguir que la familia acceda a la donación, habida cuenta de la urgencia que todo el proceso de la donación y el trasplante conlleva. En este sentido, el conocimiento de los factores psicológicos en el proceso de solicitud de órganos y el manejo de los mismos (cómo manejar los estados emocionales y la comunicación ante la muerte de un familiar, etc.) son fundamentales para poder reducir el número de negativas familiares ante la donación. Es así que el papel de los psicólogos en este ámbito se revela como una parte fundamental en el proceso de la donación y el trasplante de órganos." Efectivamente la decisión no es fácil y la necesidad obvia. ¿Qué haría usted si se encontrase en semejante situación tras el fallecimiento reciente de un ser querido y le preguntasen si está dispuesto a donar aquello que pueda servir a otros? ¿Es fácil comprometerse con ser donante de por vida? Me hice donante de órganos recién cumplidos los 18, cuando se suponía que yo ya podía decidir por mí. Me fue impactante al rellenar el impreso leer "la extracción de órganos sólo podrá realizarse cuando exista expreso diagnóstico de muerte cerebral". Cierto que la posibilidad de romper ese documento sin el menor compromiso me alivió un poco. Aún lo llevo conmigo, y mantengo mi decisión. Aún y todo les diré y para poner un toque de sano egoísmo, que preferiría que cuando muera mis órganos no sean utilizables de lo viejita que me haya hecho.
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viernes, 8 de febrero de 2008
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Un gesto de altruismo
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