viernes, 27 de noviembre de 2009

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Juventud y violencia de género

El pasado 17 de noviembre, el Director del Instituto de la Juventud –INJUVE-, Gabriel Alconchel, y el Delegado de Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, presentaron el último número de la Revista Estudios de Juventud, titulada Juventud y Violencia de Género. En esta ocasión, el monográfico incluye un total de doce artículos elaborados por especialistas de diferentes campos relacionados con el problema de la violencia de género, que podrían dividirse en cuatro bloques principales:
(1) análisis del contexto sociocultural en el que se desarrollan los jóvenes en la actualidad,
(2) el problema de la violencia de género en las mujeres jóvenes,
(3) el papel de la Jurisdicción de menores y de la Fiscalía en relación con los hombres jóvenes maltratadores,
(4) prevención de desarrollo de valores machistas en la juventud e intervención con jóvenes maltratadores.
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Según este monográfico, un 85% de los jóvenes rechaza la violencia de género. Sin embargo, la otra cara de la moneda es bastante alarmante, puesto que un 15% de la población de este grupo de edad justifica que exista este tipo de maltrato, lo cual supone un mantenimiento de este problema a medio-largo plazo en nuestra sociedad. Este dato justifica plenamente la necesidad de desarrollar programas de intervención social y de sensibilización en los jóvenes para establecer nuevos modelos de relación fundamentados en valores de igualdad, respeto, etc., puesto que esto contribuirá a reducir la frecuencia de incidencia de este problema en el futuro.
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No obstante, la prevención es necesaria pero no suficiente. No puede obviarse que algo más del 29% de las mujeres asesinadas por sus parejas eran jóvenes. En consecuencia, se constata que la presencia de este problema no se circunscribe a los rangos de edad adulta, sino que ya durante la juventud hay chicos que maltratan a sus parejas. Sin duda, este hecho, además de implicar un inicio cada vez más temprano del problema y, por tanto, una cronificación del mismo, supone un aumento de la probabilidad de desenlaces trágicos como es el asesinato. Por ello, los programas específicos de intervención también habrán de dirigirse al tratamiento de los jóvenes maltratadores, así como a las chicas para que sean capaces de detectar los primeros indicios de violencia y aprender estrategias para no consentirlos o, incluso, para romper esa relación. A este respecto, es muy destacable que, durante la presentación del monográfico que nos ocupa, se ha informado de diferentes tipos de medidas.
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Por un lado, los próximos 23 y 24 de noviembre, se celebró el I Foro Internacional de Juventud y Violencia de Género; y, por otro lado, se ha anunciado una línea de financiación para el desarrollo de proyectos de intervención social para la prevención de la violencia en jóvenes, financiación que se realizará de manera conjunta por el INJUVE y de la Federación de Municipios y Provincias (Femp) a partir del próximo año 2010.

4 comentarios:

hippie pirata dijo...

La convivencia, el amor... son cosas de dos; la violencia en la convivencia también. Debemos concienciarnos de ello, cuando lo hagamos tendremos la mitad de la batalla ganada o, mejor, la tendrán quienes la sufren.
Tenemos un problema. No sabemos ni podemos ponernos en el lugar de un maltratador, en su mente; tampoco en el del maltratado, lo consienta o no. No conocemos el por qué tantas veces se aceptan. No obstante supongo que, aun sabiendo que no se puede generalizar, el maltratador debe pasarlo fatal para llegar al límite de dañar a su pareja.
Pensamos que el maltrato es producto de la incultura, sin embargo descubrimos que abunda más en Suecia y Noruega que en España, países con un desarrollo cultural envidiable.
Me pregunto qué importancia tiene el coeficiente en relación a la edad en un caso como este. Quizá es más importante averiguar qué colectivo es el más perjudicado y atacar el problema a partir de eso.
La inmadurez siempre ha acompañado a la violencia. De joven me cansaba y horrorizaba de ver compañeros con este problema, muchas veces en secreto, escondiendo el maltrato a la familia y a los amigos.

Dice un estudio que el 40% de las iberoamericanas sufren maltrato. No dice nada de los hombres, muchas veces psicológico. Si descontamos Chile, que es muy parecido a Europa, y Cuba, que es distinto a todo lo conocido, seguramente nos encontraríamos con un 50%. Si nos circunscribimos a la República Dominicana, a Haití, a Centroamérica... nos encontraríamos con bastante más del 50%.

Gabiprog dijo...

Immprescindible prevenir y luchar desde esas edades. Si no, no habrá solución.

Mr Blogger dijo...

Donde iremos a parar... nos hacemos viejos y los jóvenes se mueren (o se matan entre ellos) en accidentes de tráfico, por reyertas, por intoxicación, por... por falta de educación las más de las veces, o al menos una educación "sana".

Merce dijo...

Hola!!
Aunque oon mudhow eíqw e3 4354qwo, gracias a Pau, Gabiprog y Mr. Blogger por los comentarios.
Queda pendiente ahcer alguna entrada, como sugieres Pau, desde el foco del maltratador. De todo modo aunque se puedan comprender, nada justifica las conductas agresivas y violentas hacia quien sea.

Gracias