- ¿Y cuando fue la última vez que sentisteis el calor de un beso, olisteis la fragancia de una flor, o escuchasteis una hermosa melodía sin que vuestra armadura se interpusiera entre vosotros?
- Ya ni me acuerdo - murmuró el caballero con tristeza - Tenéis razón, Merlín. Tengo que liberarme de esta armadura por mí mismo.
- No podéis continuar viviendo y pensando como lo habéis hecho hasta ahora - dijo Merlín - Fue así como os quedasteis atrapado en ese montón de acero al principio.
- Pero, ¿cómo puedo cambiar todo eso? - preguntó el caballero intranquilo.
- No es tan difícil como parece - explicó Merlín, conduciendo al caballero hacia un sendero - Éste es el sendero que seguisteis para llegar a estos bosques.
- Yo no seguí ningún sendero - dijo el caballero - ¡Estuve perdido durante meses!
- La gente no suele percibir el sendero por el que transita - replicó Merlín.
- ¿Queréis decir que el sendero estaba ahí pero yo no lo podía ver?
- Sí, y podéis regresar por el mismo, si así lo deseáis; pero conduce a la deshonestidad, la avaricia, el odio, los celos, el miedo y la ignorancia.
- ¿Estáis diciendo que yo soy todo eso? - preguntó el caballero indignado.
- En algunos momentos, sois alguna de esas cosas - admitió Merlín en voz baja.
El mago señaló hacia otro sendero. Era más estrecho que el primero y muy empinado.
- Parece una escalada difícil - observó el caballero.
-Ése - dijo Merlín asintiendo - es el Sendero de la Verdad. Se vuelve más empinado a medida que se acerca a la cima de una lejana montaña.
El caballero contempló el empinado camino sin entusiasmo.
- No estoy seguro de que valga la pena. ¿Qué conseguiré cuando llegue a la cima?
- Se trata de lo que no tendréis. - explicó Merlín - ¡Vuestra armadura!
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EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA
(Robert Fisher)
8 comentarios:
Me encanta este cuento. Es muy cierto que cuando las cosas más cuestan más merecen la pena..
Besos y cariños muy grandes
Hola CalidaSirena.
Estoy contigo en lo que dices, estamos acostumbrados a elegir lo fácil a eludir lo dsagradable o costoso, a acomodarnos
La armadura que nos protege de todo aquello incómodo, doloroso, desagradable, acaba convirtiéndose en un obstáculo entre nosotros y la experienca, los sentidos y la propia vida. Y lo más trste es pocos son los que se dan cuenta de ello -de que la llevan puesta y del sendero que eligen-.
Se podrían sacar tantas cosas de este cuento... Me alegro mucho de que te guste.
Un abrazo y gracias
Casualmente, tengo el caballero de la armadura oxidada entre mis libros favoritos, y me gustaría leerlo más veces de las que puedo. Son tantas las cosas que te gustaría hacer y tan poco el tiempo del que dispones.
En fin, un post muy bonito
Gracias por compartirlo
Besos
Rampy
Hola Rampy:
Cierto es que, aunque sea un cuento relativamente corto -al igual que ocurre con la mayoría de estos libros- cada vez que lo lees sacas algo nuevo. Esa es la magia que tiene.
Bueno, supongo que la receta mágica para l@s que queremos hacer mucho y el tiempo no nos da, es decirnos continuamente: "Paciencia, una cosa trasotra."
Un abrazo y gracias
He visitado tu blog y me ha encantado. Me he identificado con mucho de lo que aquí muestras. Sobre todo con el extracto de "El Caballero de la Armadura Oxidada". Creo que mi armadura está muy, pero que muy oxidada y no quiero perderme todas esas sensaciones maravillosas. Gracias por recordárnoslo a todos. Un abrazo!
Hola Trotamundos!!!
Bienvenido!!! Me alegra mucho que te haya gustado mi blog y que sea afín a tí.
Un primer paso para deshacernos de nuestra armadura es "darnos cuenta de que la llevamos" y creo que eso ya te sucede. El resto es ir conociéndola y esforzarnos por descubrir algo diferente a lo que cotidianamente conocemos y que nos daña.
Besos y gracias
Es una pena que nunca nos demos cuenta de la senda que recorremos hasta que es demasiado tarde para poder corregir nuestros pasos. Mirar atrás nos permite saber de donde venimos, pero no debemos volver. Mirar solo hacia adelante nos permite avanzar más deprisa, pero muchas veces sin saber donde vamos. Encontrar el equilibrio en la vida es muy difícil. Y subir sendas empinadas llevando el duro peso de la hipocresía es algo que no nos es grato a ninguno, aunque sepamos que arriba hallaremos la verdad.
Hola Mr. Blogger!!!
BIENVENIDO!!!
No podemos volver atrás ni deshacer lo andado. El pasado pertenece ya a otra dimensión y es inmodificable. Huir hacia delante sin tomar conciencia de que cada día se nos brinda alguna oportunidad de elegir el camino que nos ayude a liberarnos del duro peso de la hipocresía, nos hace más y más rígidos: fortlece nuestra armadura a la vez que nos debilita y oscurece a nosotros.
Es eso, abrir los ojos, asumir lo presente y elegir el camino -en muchas ocasione no grato- que nos permita liberarnos y encontrarnos más cada día y puede que éste a veces sea una empinada cuesta.
Besos y muchas gracias.
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